Como ya lo había comentado, China no tiene la capacidad de producir los motores para sus aviones militares de ultima generación, lo que inevitablemente le llevara a aliarse con Rusia para tener acceso a los motores rusos y otras tecnológicas militares de ellos.
La crisis ucraniana y las sanciones económicas impuestas a Rusia a consecuencia de ello, motivaran aun mas la cooperación y eventual alianza militar entre China, Rusia e Iran.
Según la revista Kanwa Defense Defense Review, China no puede incluso producir el caza J-11B debido a problemas de los motores WS-10A fabricados por la fabricación Liming Shinyang. También debido a este problema, China tiene que detener el motor previsto para la actuación del WS-10A en el caza J-15 con base en portaaviones Liaoning. Tanto la Fuerza Aérea como la propuesta alternativa de la Marina de China es decantarse por el motor WS-10A más confiable de fabricación rusa AL-31F.
Mientras tanto, China no puede tener suficiente motores AL-31F para equipar a todo los caza que se producirán como los J-15 y J-16 ( una variante más moderna del J-11 ). La única opción para China es detener la producción de cazas combate avanzados hasta que puedan producir el motor más adecuado para equiparlos. Fuentes de la revista industria de la aviación militar de China Militar-Industrial Courier dijeron que el ejército chino está perdiendo la paciencia con el motor interno WS-10A. Si no hay una verdadera competencia entre los fabricantes de motores de aviación de China no se puede desarrollar la motivación necesaria para el nuevo caza.
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